06 marzo 2006


Primero era imperfecto

y adoré la perfección

del acabado maquina.

Después, adquirí conocimiento

y valoré la imperfección

del acabado manual.

Ahora, hombre y máquina se funden

y mis dedos cibernéticos

reproducen fielmente

las imperfecciones de mi mente.

Poesía Discursiva:
del poemario “buscando mi voz”